Pues estas dos jornadas, o mejor dicho jornada y media, la dedicamos a subir al Soum de Ramond, del cual las circunstancias no me han dejado coronar en dos ocasiones, y el resto de tresmiles de la zona, a saber la Punta de las Olas, los dos Baudrimont y Espalda de Esparets.
Una vez allí, preparamos las mochilas con lo imprescindible, para realizar vivac en las inmediaciones de la Punta de las Olas, ya que la previsión es la mejor posible, con unos 4-5º a la cota de 3.000 metros.
Una vez en el refugio de Pineta, salimos en dirección al collado del Añisclo, por la subida del insufrible y duro camino del GR-11, que lleva hasta el refugio de Goriz
Nada más salir del refugio, ya nos marca el camino, que va siempre bien indicado y visible con las marcas del GR, las marcas roja y blanca
El recorrido de la ruta de subida es el siguiente, ya que el de bajada es similar, lo único que para bajar al collado del Añisclo, en vez de volver a coger el GR-11, bajamos directos desde la Punta de las Olas
En el cauce del río Cinca, ya vemos el balcón de Pineta
En el cauce del río Cinca, ya vemos el balcón de Pineta
Y antes de adentrarnos por el bosque de pinos y hayas, vemos parte de nuestros objetivos
En algún claro que hay en el tramo bosquoso, levantamos la vista y vemos todo lo que nos queda por remontar, y debido a la hora que hemos salido, ya nos vamos mentalizando de que nos tocará caminar un rato a la luz de la luna
Según vamos subiendo, vamos perdiendo luz, pero a la vez ganamos atardecer
Llegados al collado del Añisclo, tras dos horas y media de dura y sufrida subida, ascendemos los 1.200 metros de desnivel y vemos los murallones que nos separan de los picos del día siguiente
Desde este momento la luna nos acompañará todo el camino, y suerte para nosotros que estaba casi llena y daba una buena luz, cosa que no evitó que todo el resto del camino lo hiciéramos con frontal
Desde aquí, seguimos todo el tramo de GR-11, hasta su bifurcación a la Punta de las Olas, que gracias a que el recorrido lo hicimos el año pasado, sabíamos donde estaba aproximadamente. Desde el desvío, vamos siguiendo los hitos como buenamente podemos, y llegamos prácticamente hasta la cima, donde un último escalón nos separa de ella, pero que sirve para la protección de una zona de vivacs donde nos refugiamos en uno que estaba libre
Allí preparamos las cosas para el día siguiente, sacamos los sacos, cenamos algo y nos vamos a dormir.
La primera parte de la noche, debido a la luna llena cuesta dormir, pero luego se nubla y esconde la luna con lo que dormimos a pierna suelta hasta que suena el despertador, con una temperatura muy buena
Ya despiertos vemos como va amaneciendo y las primeras luces iluminan el Añisclo
Aquí el vivac en el que dormimos, las vistas de escándalo y mas en una noche estrellada como fue
El vivac muy bueno, aunque en día de lluvia alguna zona se quedaba al descubierto
Lo mejor que casi sin empezar a andar, a los cinco minutos superamos un escalón que nos separa de la cima y disfrutamos de este maravilloso amanecer
Y llegamos a la Punta de las Olas
El primer rayo de sol ilumina el Añisclo
Mientras las nubes juegan con el sol
Una vez coronados los primeros tresmiles de la jornada, la Punta de las Olas y el Baudrimont NW, nos dirigimos al Añisclo, por el que tenemos que subir por una pedrera, para encaramarnos a la cresta cimera y de ahí fácilmente crestear hasta la cima
Monte Perdido desde el Añisclo
Toda la zona de Ordesa, desde los Gavietos hasta los picos de la Cascada, Marboré...
Las vistas la verdad, merecen la pena
Aquí vemos las vistas que tenemos desde el Baudrimont NW, tapado el Añisclo y el Perdido y pasando el cuello del Añisclo accedemos al Baudrimont SE
Panorámica desde el Añisclo, desde el que vemos el Monte Perdido y los cañones de Ordesa y Añisclo
Foto de cima
Los cañones de más cerca, la verdad que el Añisclo desde aquí se ve impresionante, mucho más agreste que Ordesa
Una vez ascendido y descendido el Añisclo, nos dirigimos al cuello de Añisclo y descendemos por unas terrazas hasta un nivel inferior, una muralla que separa los dos Baudrimont, y nos dirigimos sin perdida hacia este segundo Baudrimont, que tras una sencilla trepada en la que usamos las manos llegamos a su cima
Recorriendo el glaciar estas son las vistas
La naturaleza se abre paso, aunque sea en el entorno más inhóspito
Llegamos hasta la Espalda de Esparets, y aquí estamos colgados sobre el valle de Pineta, un mal paso y nos vamos hasta el fin del valle
El glaciar de la cara norte del Perdido, con alguna grieta más que considerable
Ya de vuelta, y con el cielo despejado, vemos los dos primeros picos realizados a la mañana
Disfrutamos de las vistas tanto de Ordesa...
...como del Añisclo
Y tras recoger las cosas del vivac de la noche, regresamos por la pedrera que da acceso directamente al collado del Añisclo, lo que nos evitará un rato de GR y acortará algo la ruta, aunque el camino hasta abajo del valle, las rodillas se empiecen a quejar
Aquí ese monolito de abajo de la imagen, o uno muy parecido, aparecía en nuestro anterior billete de mil pesetas
La pedrera de bajada, que aunque parece inaccesible, luego puestos se hace bastante bien. Eso si, siempre de bajada, no me la imagino de subida, porque es todo piedra suelta
Llegando ya al collado del Añisclo
Divisamos la otra cara del valle, donde se ven el Parador y los llanos de Larri
Comenzamos el arduo descenso, que nos cuesta una hora y cuarto hasta el refugio
En fin, un día y medio intenso y con gran fátiga encima, pero el objetivo cumplido, con los siguientes tresmiles en el zurrón
- Punta de las Olas; 3.002 m
- Baudrimont SE; 3.026 m
- Soum de Ramond - Añisclo; 3.254 m
- Baudrimont NW; 3.045 m
- Espalda Esparets; 3.077 m
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